viernes, 27 de noviembre de 2009

Antenor Orrego, primer crítico en reconocer la prosa de Ciro Alegría


Como es fácil de suponer el autor estaba totalmente abocado a fundar un estilo propio y totalmente personal. Y esta búsqueda intensa y ardua estaba sazonada con continuas amanecidas, conversatorios, análisis y lectura de textos, charlas, discusiones y por los primeros intentos literarios. Por supuesto que el apoyo de todos los integrantes del Grupo Norte y en especial de su mentor y tutor ideológico y literario (Orrego) fue a no dudarlo de una enorme importancia en esta primera etapa literaria que como siempre es la más difícil.
Así el autor poco a poco y después de mucho esfuerzo fue adquiriendo una identidad literaria propia. Su producción literaria delata una fuerte orientación de carácter modernista y vanguardista pero que no anulaba otras influencias literarias como es el caso del romanticismo. Además, hay que decir que en sus primeras composiciones literarias, que fueron sobre todo poéticas más que narrativas, hay una fuerte orientación lírica aunque ésta se atemperará grandemente cuando años más tarde abrace el aprismo y aparezca la épica que la reemplazará especialmente en El mundo es ancho y ajeno. El título de sus primeras creaciones nos dan una idea de la dirección que tuvo su literatura: en 1927 y en el periódico La Tribuna Sanjuanista publica su primera poesía ("Entierro de una niña gentil"), pero será en el periódico El Norte ─de enero de 1928 a 1929─ donde Alegría hará sus verdaderos pininos literarios, tanto en la creación poética como en la crítica literaria propiamente dicha. Sus primeros cuentos fueron recién publicados en 1934 por la revista limeña Panoramas ("Quiero ser novelista" y "Caminantes")
. Según el mismo Alegría, hasta 1934 había escrito innumerables crónicas periodísticas, unos cincuenta poemas y aproximadamente cuatro cuentos.
Recapitulando, de este estadio orreguiano se puede afirmar que Alegría bebió en la biblioteca de su padre libros sobre literatura de autores extranjeros, revistas y periódicos de Trujillo y de la misma Lima que a la postre le van a dar un conocimiento en cuanto a técnicas literarias y también un cierto acercamiento sobre los problemas nacionales y regionales. Definitivamente fueron una ventana que le permitió observar otros escenarios y realidades y así ampliar su horizonte. Como ya se dijo el valor de los años de infancia y adolescencia recién aparecerá con total claridad y en su verdadera magnitud años después cuando siendo ya un desterrado aprista en Santiago de Chile en lo años 30 y ayudado de una memoria prodigiosa, reviva y recree estas experiencias y vivencias a la luz de su ideología política y dé vida a sus tres grandes novelas y especialmente a El mundo es ancho y ajeno. Pero si estos años fueron básicamente de aprendizaje y formación literaria, a partir de su traslado a Trujillo serán también de creación literaria propiamente dicha. Así, cuando tuvo que emigrar a Trujillo para seguir sus estudios secundarios y universitarios la ventana se convirtió en puerta; es decir, aquella tendencia de apertura a lo social y a la política se acentuó y terminó siendo definitivamente dominante. En otras palabras si antes fueron su familia y los narradores indios quienes ya sea desde los libros o de la charla se encargaron de que los ojos y oídos de Alegría prestaran atención a una serie de temas y problemas que difícilmente podrían ser percibidos y captados por un infante y adolescente residente en una lejana hacienda de la sierra, ahora desde la atalaya orreguiana puede no sólo ampliar sustancialmente su visión lo que le permite estar al corriente y enterarse de nuevos autores, libros, corrientes literarias, ideologías sociales y políticas, etc. También puede tener cerca a una persona de carne y hueso, y además del prestigio intelectual que tenía Orrego, con quien podía hablar, dialogar y especialmente aprender. Por consiguiente, después de los diez años que dura este orreguismo, se dará prácticamente por concluida o terminada su instrucción literaria tanto teórica como práctica. El Alegría resultante de todo este largo proceso, con sus escasos 23 años, se encontrará ya apto para iniciar aventuras literarias mayores a las que había estado realizando hasta esos momentos, tal como efectivamente quedó demostrado a partir de 1934.

3 comentarios:

  1. que buena critica le hizo antenor orrego , bien explicada

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  2. claro antenor orrego un ejemplo de persona muy interesante

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  3. Diego: Una Critica Nunca viene mal...=D...buena observacion de Orrego..=P

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